El trastorno por consumo de alcohol es considerado una enfermedad cerebral crónica a menudo acompañado de emociones negativas, informaron los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés). Esta ingesta es causante de más del cinco por ciento de la carga mundial de morbilidad.
Para el descubrimiento de este circuito cerebral, los investigadores crearon una prueba llamada ‘Tarea de Compulsión Inducida por Atracones’ (BICT). Esto con la finalidad de examinar cómo la susceptibilidad al consumo de alcohol interactúa con la experiencia para producir una adicción.
Mediante una serie de pruebas, se observó que los ratones podían clasificarse en tres grupos: bebedores bajos, bebedores altos y bebedores compulsivos. A diferencia de los dos primeros grupos, aquellos que tuvieron una ingesta nociva mostraron insensibilidad a las consecuencias negativas.
Posteriormente, los investigadores utilizaron una técnica de imagen para analizar la actividad neuronal en dos regiones involucradas en el control del comportamiento: la corteza prefrontal media y la materia gris periacueductal.
La investigadora de la Universidad de Vanderbilt añadió que aún se desconoce si el circuito descubierto está involucrado en comportamientos compulsivos diferentes, como los relacionados con otras sustancias de abuso o recompensas naturales.
Con información de Noticieros Televisa. |