La compañía está apostando por este concepto para construir un sistema de transporte del futuro.
Origin operaría como un servicio de transporte a través de la aplicación Cruise, disponible 24/7.
Kyle Vogt, fundador, presidente y director de tecnología de Cruise, demostró el diseño y la tecnología del vehículo durante un evento en San Francisco.
El Cruise Origin parece grande pero, de hecho, no es más grande que un automóvil promedio. Es simplemente más eficiente, aprovechando al máximo el espacio que ocupa en la carretera.
Las puertas de este autobús autónomo no se abren hacia afuera. Además, la entrada es casi a ras de suelo, y tres veces más grande que la de un automóvil promedio, lo suficientemente ancha como para dejar espacio para que una persona entre mientras que otra persona sale.
Cada asiento tiene más espacio para las piernas y todos se enfrentan entre sí, para que los pasajeros puedan conversar entre ellos.
Cruise tiene permiso para probar vehículos sin conductor en las vías públicas de California solo si tienen un conductor de seguridad humana a bordo.
Trabaja bajo sensores.
La flota actual de prueba de conducción autónoma de Cruise se basa en el Chevrolet Bolt EV totalmente eléctrico de GM.
Por su parte, Dan Ammann, CEO de Cruise y la directora ejecutiva de GM, Mary Barra, expresaron que el lanzamiento de los vehículos autónomos de la compañía sería “controlado por la seguridad”.
El aplazamiento fue un ejemplo de las dificultades técnicas y normativas que enfrentan las empresas para hacer realidad los vehículos sin conductor.
Cruise dijo que el Origin es un vehículo diseñado para el transporte compartido, pero no dio detalles sobre su fecha de comercialización ni su precio.
General Motor compró esa empresa en 2016, entrando así en la carrera de varias compañías automotrices por crear vehículos autónomos capaces de cambiar los entornos urbanos, permitiendo viajes compartidos y volviendo inútil el hecho de tener un automóvil propio.
Con información tomada de Muy Interesante. |