Juliano se encontró que el curioso animal mientras paseaba con su hermano a la orilla de la playa de la isla Stradbroke, en Queensland, Australia, de donde es originario.
Los color plateado y azul, "advierte de lo venenoso que es y no solo eso, sino que lo ayuda a camuflarse casi a la perfección, pues la parte de arriba es exactamente del mismo color que la superficie del mar", según el portal Reinoanimalia.
Afortunadamente Juliano pudo salir ileso y ahora es una anécdota que podrá contar. |