Sin embargo, lo que parecía una oportunidad única se tornó sombrío con el paso del tiempo. Ivet describe cómo el cantante la contactó para que formara parte de su equipo de trabajo, algo que la llevó a mudarse sola de Barcelona a Madrid, a los 22 años, para unirse al staff de Sanz.
"Con 22 años dejé mi hogar, en Barcelona, para mudarme a Madrid sola porque Alejandro Sanz me contrató para trabajar para él", explicó. "Pensé que estaba viviendo un sueño, pero lo que realmente viví fue una pesadilla".
En su testimonio, Playà señala que la diferencia de edad entre ellos – ella tenía 18 años y él 49 cuando se conocieron – jugó un papel clave en la manipulación emocional a la que fue sometida.
"Mi vínculo con él fue irremediable y se convirtió en íntimo y sexual", asegura Ivet, quien, aunque al principio consideraba que vivía un cuento de hadas, pronto comenzó a sentirse atrapada en una situación de abuso de poder.
"Jugó con mis sueños, jugó con mi ilusión", expresa Playà con tristeza. "Mi admiración por él fue utilizada de una manera que hoy considero inmoral. A lo largo de esos años, me di cuenta de que lo que pensaba que era un sueño, realmente era una mentira".
Uno de los momentos más dolorosos de su relato tiene que ver con el uso que Sanz hizo de su confianza. Ivet reveló que compartió con él imágenes íntimas en un intento de crear un lazo cercano, solo para descubrir que su privacidad fue vulnerada.
"Me siento engañada, utilizada, humillada, me siento, incluso, sucia, porque no sé quién ha podido ver lo que le mandaba en mi más absoluta e íntegra intimidad", confiesa entre lágrimas.
La joven también reflexiona sobre cómo intentó justificar las acciones de Sanz en su momento, pero con el tiempo se dio cuenta de que sus comportamientos iban más allá de lo que ella consideraba aceptable. "Lo he intentado justificar de todas las maneras posibles", menciona Playà. “Pero sus acciones llegaron a traspasar cualquier límite que considero moral e, incluso, humano”.
Uno de los puntos más significativos de su relato es cuando menciona que, aunque fue difícil aceptar la verdad, fue una entrevista que Sanz ofreció en marzo pasado lo que finalmente la llevó a hablar. En la entrevista, el cantante expresó que las personas no deben aprovecharse de otros seres humanos, lo que generó gran indignación en Ivet.
"Escuchar eso fue la gota que colmó el vaso. Me sentí aún más humillada", dice.
El video de Ivet Playà rápidamente se viralizó en las redes sociales, generando un intenso debate sobre las dinámicas de poder en las relaciones entre celebridades y seguidores. Muchos usuarios expresaron su apoyo a la joven, mientras que otros salieron en defensa del cantante. Hasta el momento, Alejandro Sanz no ha emitido ninguna declaración sobre las acusaciones de la joven.
A pesar de la controversia, Playà dejó claro que su propósito al compartir su historia es "honrar a la niña que fui".
"Lo que viví no estuvo bien. Nadie debería ser tratado así", finaliza, señalando que con el cantante ya no hay nada que lo vincule.
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