"Si las fotos son reales entonces no es difamación. La verdad jamás es difamación, aunque a la otra persona no les guste."
Posteriormente, Gonzaga señaló que actuar para proteger a un menor descarta la intención de dañar reputaciones. Sobre ello afirmó:
"No hay difamación cuando es para proteger a tu hija/o."
La influencer enmarcó su postura como un acto de legítima defensa materna ante lo que considera riesgos para el bienestar de Emma.
En su tercer argumento, la creadora digital subrayó que el hecho de publicar información en redes sociales no la convierte en culpable de un delito, aun cuando existan advertencias o presiones legales. Escribió:
"Publicarlo en redes no te vuelve culpable", y agregó que para que exista difamación deben comprobarse tres elementos: que la acusación sea falsa, que exista intención de dañar y que no haya interés legítimo detrás.
Por último, recalcó que todas sus acciones han tenido como fin la protección de su hija y que su interés principal es salvaguardar su integridad y seguridad.

El caso continúa generando debate en redes sociales, donde seguidores, especialistas y otros creadores de contenido han opinado sobre los límites entre las denuncias públicas, la privacidad familiar y los procesos legales en torno a la custodia de menores. |