Agustín Basave en su colaboración en El Universal asienta: “El leviatán priísta está desatado tratando de evitar las alianzas opositoras a golpes de intimidación y corrupción, y la pregunta apremiante no es en qué lado de la geometría política estamos sino si somos o no somos oposición, si tenemos o no los arrestos para resistir la presión del poder que quiere someternos. Lo dije y lo sostengo: en el México de hoy no hay nada más revolucionario que la honestidad”.
“Honestidad” palabra que para muchos tiene un sentido que hasta les quema.
Y aquí en Veracruz hay grupos interesados, por ambos partidos, de que la misma no prospere.
Por el lado del PRD los más activos son Enrique Romero Aquino, exdirigente estatal de este partido, y Francisco Valencia, quien dejó la Comisión de Agua del Estado de Veracruz para buscar ser candidato al gobierno del estado. El dicho de Valencia, propietario del restaurante Vinissimo, donde se han reunido múltiples veces los integrantes del fidelato, es que buscará ser candidato al gobierno del estado por algún partido.
Pues bien, si logran reventar la alianza, su siguiente paso será lograr la nominación por el PRD para esa posición.
Enrique Romero sólo quiere ser candidato a diputado plurinominal, en una posición segura.
Ambos están jugando con un grupo del PRD al que denominan ADN (que para efectos de este partido significa Alternativa Democrática Nacional), nacida en el estado de México e impulsada -presuntamente- por el gobernador de esa entidad, Eruviel Avila.
Con ese apoyo gubernamental -y por tanto cercanos a la corriente política de Enrique Peña Nieto- es que se oponen a la alianza en Veracruz, donde no tienen presencia y-por tanto- donde no debería interesarles lo que ocurra con la misma. La única representación que tiene ADN en el estado es Daniel Nava Trujillo, el exdirigente estatal de este partido. A esa corriente ni siquiera Enrique Romero y Francisco Valencia están inscritos.
De hecho existen versiones que el 22 de diciembre el gobernador Javier Duarte se reunió en México con Francisco Valencia, Enrique Romero y un integrante de ADN del PRD para “hablar” de como evitar que la coalición prospere en Veracruz, lo que incluyó la entrega de “recursos” (las versiones no identifican de que tipo, aunque $i $e inclinan por las monetarias).
Será interesante ver a los personajes involucrados, desvirtuando estas versiones.
Por ejemplo, ante la pregunta de ¿qué opinan de Javier Duarte?, que responderían cada uno de ellos.
Pero tampoco son los únicos interesados en que la coalición no prospere.
Por el PAN también existen fuerzas que buscan evitarla.
Vaya, incluso se menciona que Miguel Ángel Yunes Linares, quien puede ser el candidato de la misma, está interesado en el apoyo de los perredistas hacia su campaña, con el poco o mucho aporte electoral que puedan hacer, pero no en ligar su nombre con las siglas del PRD.
¿Esto es real?.
De hecho Miguel Ángel Yunes nada ha dicho en los últimos tiempos sobre ser candidato por la coalición; la última declaración fuerte que realizó fue contra Juan Bueno Torio, cuando abandonó el PAN.
Y Juan Bueno se fue con el señalamiento de que iba en alianza ahora con el gobierno del estado, en la consigna de ser candidato independiente para restarle votos a Miguel Ángel Yunes, pero con la visión de sumarse al candidato del fidelato en un momento determinado.
Porque el fidelato lanzará un candidato, sea quien sea.
La confirmación de que la designación por el PRI será para uno de los Yunes, siguen sin poder asimilarla.
Si no es Héctor, será Pepe.
Si no es Pepe será Héctor.
Pero con la versión de que son quienes combaten el que se integre la coalición, buscan que sea uno de los suyos el candidato por el PRI.
Y Miguel Ángel Yunes se frota las manos, porque cualquiera de los integrantes del fidelato carecerá de fuerza electoral suficiente para confrontarlo, aunque hagan una compra supermasiva de votos.
Miguel Ángel sería en estas circunstancias, indudablemente, una figura imán para todo el voto opositor al PRI, que Javier Duarte ha hecho crecer considerablemente.
Tal vez por esto las versiones de que en el PAN de Veracruz no quieren la coalición con el PRD también incluyen al dirigente estatal, José de Jesús Mancha Alarcón, quien busca acomodar en las listas de candidatos plurinominales a los integrantes de su grupo, pero sin incluir a los perredistas.
De hecho el diputado Víctor Serralde, desde hace mucho hizo mutis y se mantiene a la expectativa, también buscando colocar a sus piezas, pero sin el color amarillo desgastado del PRD.
¿Porqué los panistas de Veracruz le tienen tanto recelo a la alianza con el PRD de Veracruz?.
Tal vez porque saben perfectamente que en el pasado inmediato el dirigente estatal, Rogelio Franco Castán, mantuvo relaciones fuertes con el fidelato, tanto que incluso llevaron a que fuera catalogado como el representante del “PRD rojo”, en alusión al rojo que Fidel Herrera utilizó como color emblemático en su gobierno.
¿Rogelio Franco también querrá que se tumbe la alianza?, ¿habrá vuelto a sus antiguos nexos con el fidelato?, ¿la lluvia de recursos habrá vuelto a tocarle?.
Así pues la coalición del PAN y del PRD en Veracruz parece tener enemigos tanto afuera como adentro de la misma, unos abiertos y otros encubiertos.
El fidelato ha utilizado como estrategia el eliminar a sus contrincantes antes de las elecciones, mediante diversas formas; hoy están en ello buscando que la coalición no cuaje.
Pero también hay quienes confían que la misma puede dar muy buenos resultados, como Agustín Mantilla, quien menciona que la conjunción puede levantar 1 millón 700 mil votos, en un padrón de más de 5 millones de votos.
Por lo pronto los plazos se cierran y es probable que este jueves se defina.
Los místicos continúan en la definición del panorama electoral de Veracruz para éste año.
A los terrenales nos tocará asistir a las urnas a votar. | 
