Aún no se formalizan las alianzas del PRI con partidos y organizaciones políticas que se han pronunciado por el Senador Héctor Yunes Landa y ya se habla de que entre viejos personajes políticos -que se le han pegado al Senador con licencia- los desencuentros están a la orden del día. Y no precisamente por los nuevos huesos que esperan agenciarse, sino por odios y viejas rencillas personales entre ellos. Es el caso de los tuxtlecos Jorge Uscanga Escobar y Tomás Montoya Pereyra. Será que como tanto alacrán político no cabía en el mismo saco, Tomás Montoya corrió a buscar chamba en el Gobierno del Estado y lo acomodaron en la Comisión del Papaloapan (CODEPAP) en sustitución del ganadero Víctor Géiser Parroquín. Sin duda que Héctor aparte de luchar por los votos que lo lleven a Palacio, deberá contar con una varita mágica para que su gente se dedique a lo que debe y no sólo a grillar. ¿Quién dijo que ganar la próxima elección es un flan?
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