Los sabios bebedores de café esta mañana llegaron más temprano que de costumbre a sus habituales mesas. Los más avanzados, que siempre se levantan antes de las seis, leían en tuiter con descrédito la declinación de Gerardo Buganza. En las mesas, ya todos reunidos, comentaban que en el retiro de la contienda electoral de Gerardo Buganza Salmerón, a alguien se le pasó la mano con el apretón. Alguien se espantó y de plano decidió que habría que frenarlo. Algunos dicen que el apretón que sintió Buganza fue en las firmas que llevaba recabadas -llevaba más de 300 mil firmas-, sin que ese parezca ser el motivo capital de su dimisión pues el OPLE le había rechazado entre 70 y 80 mil firmas; en cuanto a lo señalado en la Cuenta Pública por los desvíos relacionados los juegos centroamericanos, tampoco, pues en esas inversiones no firmó nada que lo comprometiera… Tuvo que ser algo más fuerte, el apretón que debió sentir Buganza tuvo que ir al ámbito más bien personal. Tal vez pronto se sepa, pero los sabios de la política afirman que el más perjudicado con ese retiro ha sido el PRI, pues los votos que en teoría podría quitarle a la alianza PAN-PRD, ahora ¿quién se los llevará? Canillazos reservados para cuando se sepa la razón. |