No podía ser de otro modo. El Secretario de Finanzas y Planeación del Gobierno del Estado de Veracruz, Antonio Gómez Pelegrín, terminó por doblar las manos y reconoció la deuda con la Universidad Veracruzana. Prometió que antes de marzo habrá pagado todo lo pendiente y solo espera que la Rectora de la Universidad, Sara Ladrón de Guevara, apruebe una propuesta de calendarización que le fue enviada para empezar a ministrar los faltantes. Eran 2 mil millones de pesos los que andaban bailando. Así cerrarán -si es que en verdad pagan- un pleito que jamás debió empezar y del que menos se debió ocultar la verdad. Hace falta saber quién, con su inexperiencia y deslealtad, causó tanto daño al Gobierno del Estado de Veracruz, o cómo van a justificar legalmente esa salida adicional de recursos públicos de las arcas estatales, pero sobre todo, si la UV no ha cubierto las cuotas que le eran reclamadas, quién las pagará y porqué. |