Emma Kuri, encargada de cuidar todos los días a los chicos de Conecalli, platicó que Silvia llegó a la casa-hogar con una actitud muy violenta y con muchos miedos, no tenía buena relación con sus compañeros, era muy rebelde y no mostraba respeto a la autoridad.
Un mes después de recibir atención especializada se generó un cambio en ella… sanó su pasado y se enfocó en el futuro. La equinoterapia fue parte de su evolución, tanto que ahora se ha convertido en una gran jinete, participando en exhibiciones ecuestres y obteniendo reconocimientos y medallas.
También colabora en el Centro de Rehabilitación e Inclusión Social de Veracruz (CREEVER), en el área de Odontología, como encargada de la esterilización de materiales. Con esfuerzo y dedicación, Silvia logró una sanación integral que hoy día le abrirá más puertas para su desarrollo profesional y personal.
Los resultados positivos que más niños y niñas han mostrado a lo largo de cuatro años son gracias a la labor diaria de muchas personas, entre ellas, las equinoterapeutas Dulce Bergman y Alejandra Lázaro, que además de sanar, forjan una disciplina y acercan el deporte a la niñez.
A la familia de Equs AC y del Hípico Briones, gracias por abrir las puertas a los pequeños de Conecalli, al DIF estatal y demás jóvenes que se renuevan y liberan. Gracias a una especial sinergia con el Gobierno del Estado se ayuda a la población veracruzana más vulnerable.
Y sobre todo a ti, por tu contribución mejoramos la calidad de vida de la infancia en Veracruz. ¡Gracias por tu apoyo! |