Cuando se busca destruir, la fuerza basta. La UV y el Gobierno del Estado se enfrascan en una lucha política sin exponer sus razones de fondo. Cuando el debate apuntaba a una simple cuenta de Debe y Haber, el Gobierno metió el tema de la autonomía presupuestal y el de la modificación al 98 de la Ley del IPE. Es decir, el gobierno hizo de un lío chiquito uno grandotote. Razonemos: A la UV y al Gobierno se les olvida que además que la UV existen la UPAV, los Tecnológicos, el ICATVER, y los demás sistemas educativos que también sufren necesidades. Si la autonomía presupuestal fuera solución para la EDUCACIÓN, entonces no debería proponerse solo para la UV, sino también para la salud, el campo, la pesca, entre otros muchos sectores. El gobierno ya había ofrecido un 3% del Presupuesto total a la UV, algo que todas las demás universidades del país añoran y han peleado durante años. ¿Por qué despreciarlo y no mejor, desde ahí, seguir construyendo?
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