A su decir, la cultura de la “mordida” y el influyentísimo burocrático a través de sobornos y diversos conflictos de interés en donde se ven involucrado servidores públicos encargados de evitar lo contrario, “terminan por generar desastres ecológicos y ecocidios que merman la amplia riqueza biodiversidad con la que contamos en nuestro país”.
Rubio Quiroz puso como ejemplos el caso del manglar de Tajamar y el derrame del Rio Sonora, además del intento de desarrollar un proyecto minero submarino denominado “Don Diego”, a pesar de que estudios e investigaciones señalaban el peligro que este representaba para las especies marinas de la zona, especialmente la ballena azul y la tortuga marina en Baja California Sur.
El también secretario de la Comisión de Medio Ambiente en San Lázaro se comprometió a “trabajar e impulsar un Sistema Nacional Anticorrupción que contemple y tome con plena seriedad, el tema de la corrupción ambiental”.
Dijo que sin un entorno ambiental sano y fuerte, México no contará con un gran porcentaje del motor económico, social y cultural que nos define también como país. |