En los cafés los sabios de la política se reían esta mañana del famoso blindaje del que se acusa a Javier Duarte, de tejer a su alrededor para preparar su fuga una vez que termine su gestión y fenezca su fuero Constitucional. Aseguran que solo a los ingenuos se les ocurre pensar que entre los políticos realmente haya gente leal que se la rife por alguien que ya no está en el poder. Alguien dijo en la mesa que a los pocos minutos de haber terminado este sexenio, Paco Portilla, Gabriel Deantes, el actual Fiscal o cualquier otro, ya habrían traicionado a Duarte y se estarían poniendo al servicio del nuevo amo. No terminaba de hablar ese sabio cuando otro terció: ¿Minutos? ¡Noooo! A los pocos segundos...Pero hubo otro que dijo algo aún más sabio: No creo que se esperen, esos personajes y otros en similar encargo, seguro ya fueron a pedir permiso y a besarle la mano al nuevo Virrey. De verdad que ahora sí, los canillazos son para los sabios de la política, pues quién les va a creer semejante cuento. |