“Tengo una derecha muy rápida y potente, la mayoría de los europeos no tienen esa derecha porque me formé en China, tengo una derecha china”, presume el jugador de 29 años. “Soy un jugador rápido y de alto riesgo, eso a ellos (franceses) les es importante por la reacción que van a obtener cuando se están enfrentando a mí. Soy un jugador rápido, explosivo y de alto riesgo”, se describe el mexicano, que obtuvo su pase a Río 2016 en el selectivo latinoamericano.
La carrera deportiva de Madrid en busca del pase olímpico tuvo como primera parada campamentos en China, un país potencia de este deporte. “Mi primer entrenamiento en China fue de 10 meses, después cada año iba uno o dos meses. Hubo un entrenador chino que trabajaba en México, él se ocupaba de mí, hacíamos muchas repeticiones y eso me formó, a veces incluso en Europa están acostumbrados a trabajar menos”, revela.
En un deporte que es parte del programa olímpico desde Seúl 1988 y que es dominado por los asiáticos que han ganado desde entonces el 85 por ciento de las preseas (75 de 88), Marcos Madrid ha asumido el compromiso de organizarse su logística de competencias, viajar sin compañía para reducir costos y abrir puertas en el escenario mexicano.
“Te acostumbras a hacer la vida solo, no hay gente que te ayude a seguir este proyecto. Yo tengo que buscar equipo, un entrenador, a veces cuando las cosas no están muy bien, cuando te pagas todos los gastos, voy a China y pierdo en primera ronda, la motivación baja un poco, eso es lo más difícil”, admite Madrid, que en 2011 se convirtió en el primer mexicano que ganó una medalla en el tenis de mesa de los Juegos Panamericanos.
“Tengo mi entrenador del club, que es cuando voy a jugar mi partido de liga y va a veces una semana conmigo, cuando está libre y tengo un torneo puede llegar a viajar para acompañarme; pero no es un entrenador fijo que esté conmigo todos los días”, revela sobre los días en Francia.
De México, a la distancia, advierte la necesidad de mejorar la estructura administrativa en su deporte, y generar referentes para las nuevas generaciones, lo que evitará que vuelvan a pasar otros 20 años para que un mexicano regrese a este escenario en el tenis de mesa.
“Es indispensable estar en Europa, si no estuviera allá no hubiera calificado a los Juegos Olímpicos”, relata Madrid, cuyo objetivo en los próximos años será jugar con algún equipo del Viejo Continente en la Champions League del tenis de mesa. Para más adelante será el regreso a casa.
“Me gustaría regresar antes de retirarme, pero el nivel en México no me da las condiciones para hacerlo. México no tiene las instalaciones adecuadas ni el equipo de entrenadores. En Francia tengo el gimnasio, mis preparadores técnicos, regresar a México tendrá que ser hasta después de mi carrera”, lamenta Madrid.
En Río tendrá su primera aventura olímpica, a diferencia de Yadira Silva que estará en la rama femenil por segundos juegos consecutivos; sin que esto signifique un mejor sistema de desarrollo en su rama.
Brasil será, de acuerdo a los planes de Madrid, el inicio de su historia olímpica.
“El tenis de mesa te permite varios años, si quisiera puedo jugar hasta los 40 años. Mis objetivos son un par de ciclos olímpicos más y estar jugando constantemente la liga profesional de Francia para mantener el nivel”, finaliza Madrid, amante de la fotografía, el yoga y el cine.
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