Carlos Ruiz, desarrollador de la máquina Flatev, refirió que la idea surgió después de vivir varios años en el extranjero con una creciente nostalgia por la comida mexicana, por lo que decidió crear una empresa que pudiera llevar a cabo su idea y así tener un elemento típico de la comida en México.
El empresario agregó que el producto se realizó, de manera principal, para los mexicanos que viven en Estados Unidos, pero también para los propios estadunidenses por el interés y gusto que tienen por la gastronomía de México.
La gente conoce muy bien lo que es el taco y la tortilla. El mexicano es el que sabe mejor cuál es la comida tradicional, pero vemos que el mercado va hacia gente que aprecia la frescura, la calidad e ingredientes saludables”, enfatizó.
Explicó que la máquina funciona con un sistema basado en tres elementos: la masa, la cápsula y la receta que lleva adentro, explicó el joven, en una entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Empezando con la masa, lo que utilizamos son ingredientes naturales de harina de maíz o de trigo y le ponemos agua de muy alta calidad”, explicó el desarrollador.
Siempre tenemos que medir bien con la cápsula cuál es la cantidad de agua que se necesita para que la masa se mantenga fresca y cuando se realice la tortilla tenga la humedad correcta”, añadió.
El empresario detalló que la máquina abre la cápsula y saca la masa que está dentro, la aplasta, la cocina y después, entre 60 segundos y dos minutos, se obtiene el producto freso en un contenedor que las mantiene calientes.
Experimentamos y le pusimos chile a la masa de tortilla, hay otra de canela que es bastante saludable y se puede utilizar para postres”, resaltó.
En cuanto a la comercialización, el empresario dijo que el plan de mercado para Flatev sería para 2017, la cual tendría un costo de 399 dólares (7 mil 500 pesos) y las cápsulas de diferentes sabores costarán, cada una, 79 centavos de dólar (14 pesos).
Mi intención con este invento no es romper con la tradicional forma de hacer tortillas, pero representa una oportunidad para aquellos que no tienen acceso al sabor culinario mexicano”, subrayó.
Tomado de Excélsior |