La cuenta se pierde pero el problema no es contar, sino darnos cuenta de las prácticas dilatorias y marrulleras que se esgrimen en el Congreso. Hoy, por cierto, lo volvieron a hacer. Los diputados priístas al ver que no tenían los votos de la mayoría calificada para votar la elección de los Magistrados de la Sala Anticorrupción, decidieron huir poco a poquito hasta que los únicos que se quedaron en la sala fueron los diputados panistas. Pero ¿Por qué se fueron y dejaron la sesión sin quórum? Pues porque si no lo hacían tenía que haberse sometido a votación la terna para los magistrados y al no alcanzar el número de votos requeridos ya no hubieran podido volver a meter a esas mismas personas en una futura propuesta. Así, al reventar la sesión, queda todo en el limbo y sencillamente se diferirá para otra ocasión la votación. Pero bueno, tampoco es cosa de espantarse y romperse las vestiduras, eso es normal en todos los Congresos, ya sean locales o federales, y lo hacen todos los partidos… o a ver ¡El que esté libre de pecado que tire la primera piedra! |