Qué bueno que este sexenio no hizo obras de relumbrón; que pena que este sexenio no hizo obras urbanas, de apoyo a la producción, de comunicación, de educación, de salud; pero fue un crimen que este sexenio no haya hecho las obras que fueron recomendadas o sugeridas en los Atlas de Riesgo. Hay cientos y quizá miles de veracruzanos que, por la corrupción de funcionarios estatales y municipales, viven hoy asentados en zonas de alto riesgo. Muchos de ellos mueren al llegarles de imprevisto fenómenos meteorológicos hoy previsibles. En los barrancos, laderas y márgenes de los ríos hay miles que están a la voluntad de Dios, cuando a estas alturas hay dependencias obligadas a ver por ellos, que gastan millones y millones para saber qué hacer y pero muy pocos centavos en hacer lo que deben. Debería darles vergüenza a las autoridades presentarse en las zonas siniestradas después de no haber cumplido con su deber legal. ¡Y todavía van dándose codazos para salir en la foto, o empujando para estar junto a Pepe Meade! ¡Qué descaro! |