Sin trabajo y con hambre, la decisión de cientos de padres de familia que alguna vez sembraron los campos si bien no ha sido fácil, si fueron empujados por la omisión de malos gobiernos quienes no les dejaron otra opción más que la migración. En comunidades rurales del municipio de Nogales donde duele el hambre, el fenómeno de la migración ha cobrado su precio con la desintegración de las familias, admite el ex alcalde Eloy Enríquez Merino; nada es más cruento, asegura, cuando las familias se dividen y los padres nunca más vuelven para abrazar a sus hijos. Para estas familias, señala, el campo Veracruzano les ha dejado de proveer alimentos, no porque la tierra sea mala, simplemente esta ociosa al no invertirle los recursos para hacerla producir y cuando eso sucede entonces se habla de pobreza. “Hay quienes emigran para proveer dinero a su familia, pues del campo hoy en día no sacan ni para comida. Necesitamos gobiernos que se apliquen y saquen adelante a quienes menos tienen porque no es justo permitir que éste fenómeno social siga ocurriendo”, lamentó. Del tema de la migración lo saben muy bien las familias de comunidades pobres como son La Rosa, Santa Cruz Muyuapan, Palo Verde y Chiacahuaxtla, en todas, el común denominador es la pobreza, migración y desintegración familiar. “Sabemos porque así nos lo han compartido, que hay padres de familia que mandan dinero a sus comunidades, pero muchos ya no regresan, eso nos conlleva a buscar una solución radical. Vemos que hay canteras que se pueden explotar y generar empleos, desarrollo y bienestar”, señaló. Pero a veces no existe la visión, prosiguió, por ello queremos emprender y sacar rezagos porque de lo contrario no habrá futuro para Nogales, se debe ver la iniciativa, pues incluso hay comunidades donde no hay tiendas para venta de productos, por la sencilla razón de que no hay dinero circundante. En Balastrera, mencionó, hay huertas donde se cosecha dos veces al año el aguacate hass y vale la pena replicar éste ejemplo porque son aguacates de excelente calidad. Sin embargo, hay gobiernos que no quieren hacerlo, pues recursos los hay. “Es algo que se puede iniciar pero al no estar en un gobierno nos ignoran, piensan que esto no resultara. En el 2004 se estaba trayendo plantas de aguacate y si pegó, pero muchas de las gentes no tuvieron el apoyo para insumos y materiales se quedaron con las ganas de emprender y todo se vino abajo porque a los gobiernos les hace falta voluntad, iniciativa y visión”, concluyó.
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