Aunque muchos dudaban inicialmente de la versión que algunos personajes muy allegados al ex gobernador Fidel Herrera Beltrán venían deslizando acerca de una supuesta reunión privada entre el ex mandatario veracruzano y el gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares –encuentro que se habría realizado en la Ciudad de México por la presunta intermediación del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, el aspirante presidencial del PRI mejor posicionado en las encuestas y al cual se ha atribuido también haber maniobrado la noche del domingo 5 de junio para que el OPLE se apresurara a reconocer el triunfo de su amigo el panista ante la aparente operación del gobernador Javier Duarte y su grupo a favor del candidato de Morena, Cuitláhuac García Jiménez–, cada vez se van observando más indicios que hacen parecer verosímil dicha presunción, que hasta ahora no ha sido confirmada ni desmentida por ninguno de los protagonistas.
Un experimentado priista que conoce muy bien a Herrera Beltrán y a Yunes Linares no descartó esta versión, ya que admitió que no le sorprendería que se hubiera dado un acuerdo entre ambos porque los dos han demostrado ser políticos profesionales que en su momento han hecho a un lado sus resentimientos personales por su propia conveniencia política. Y para respaldar su dicho, nos mostró una fotografía en la que el sexenio pasado Herrera y Yunes aparecen sonrientes a bordo de un helicóptero, disfrutando de bebidas y botanas durante una gira de trabajo que el entonces director general del ISSSTE realizó a Veracruz a mediados del régimen del actual titular del Consulado mexicano en Barcelona, no obstante que en 2004 el funcionario calderonista había renunciado al PRI en protesta por la imposición de su odiado enemigo político como candidato a la gubernatura.
Coincidentemente, después de la elección del 5 de junio pasado, Yunes no ha vuelto a arremeter en contra de Herrera, cuando a lo largo de su precampaña y campaña también lo acusó del quebranto de las finanzas estatales y de la inseguridad, prometiendo que lo auditaría y lo llevaría a la cárcel también. Ahora, el panista ha enfocado todas sus baterías sobre el gobernador Duarte de Ochoa, de quien, casualmente, Fidel se deslindó a través de una entrevista publicada el 23 de julio pasado por el diario capitalino El Economista, en la que el cónsul declaró que “lamentablemente mi sucesor no fue lo que yo esperaba y en medio pues hizo cosas que no tenía que hacer”, comentó sin dar más especificaciones a su entrevistador Julio Sánchez Onofre.
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El reportero le recordó que “su llegada al Consulado fue tensa, con acusaciones de que permitió el acceso del cártel de Los Zetas a Veracruz durante su gestión”, por lo que el periodista le refirió también que “usted mencionó en una entrevista con ‘El Periódico de Cataluña’ que iba a iniciar un proceso judicial en contra de quienes lo acusaron, incluyendo a Miguel Ángel Yunes”, pero el ex gobernador priista bajó la guardia: “Ese era el atacante, pero son cosas de la política doméstica en la que yo ya no me asomo ni tengo nada que ver. Yo estoy en la política exterior de México dando resultados, y aquello era parte de una estrategia de carácter mediático, político y electoral.”
Desde la elección, Herrera dejó de confrontar y descalificar a su acérrimo enemigo político. Al emitir su voto el domingo 5 de junio en la casilla del Club Britania, de Xalapa, el ex gobernador dijo no temerle a la alternancia en el gobierno de Veracruz. “Yo he sido partidario de la alternancia, tanto que he sido el primero en apoyar al presidente Enrique Peña Nieto que volvió a una alternancia que esperamos sea permanencia. La alternancia ayuda y procesa la voluntad de los ciudadanos, pero hay también alternancias internas y yo creo que hoy vamos a vivir una”. En esa ocasión, por cierto, el ex mandatario veracruzano evitó emitir opinión sobre la administración priista de su sucesor Javier Duarte de Ochoa.
¿Será mera casualidad también que el ex secretario particular de Herrera, el actual diputado federal por Los Tuxtlas, Jorge Carvallo Delfín, haya declarado hace tres días que los legisladores del PRI y del PVEM, entre ellos Javier Herrera Borunda, hijo de Fidel, esperarán el llamado de Yunes Linares para dialogar con el gobernador electo para trabajar conjuntamente el tema del presupuesto 2017 para Veracruz? “Nuestra posición es y será la de una oposición responsable. Esperaremos la postura del gobierno entrante, que ojalá sea tolerante y de apertura y así podamos superar y dejar a un lado la política postelectoral para ponernos a trabajar en lo que importa a la ciudadanía; porque eso es lo que quiere la gente, propuestas concretas sobre el cómo vamos a enfrentar el recorte y cómo le vamos a hacer para que le vaya bien a Veracruz”, declaró Carvallo, quien a finales de 2011, como coordinador político del Congreso del estado, acercó primero con Duarte al entonces diputado local del PAN, Fernando Yunes Márquez, lo que posteriormente derivaría en el acuerdo de Yunes Linares con el mandatario priista para impulsar a su hijo menor al Senado de la República en las elecciones federales de 2012.
¿El presunto pacto de Fidel con Yunes será sólo para blindarse él o también será para encubrir a Duarte, de quien el ex gobernador lamentó que “no fue lo que yo esperaba y en medio pues hizo cosas que no tenía que hacer”? ¿Qué cosas “no tenía que hacer”? ¿Intentar entregarle la gubernatura de Veracruz a Morena, cuyo líder Andrés Manuel López Obrador es enemigo acérrimo del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, tío de la canciller Claudia Ruiz Massieu Salinas y padrino político del presidente Enrique Peña Nieto, del secretario de Gobernación Osorio Chong y hasta del mismo Yunes Linares? Si lo que quieren es castigar esa deslealtad de Duarte –cuya elección habría destrabado Salinas en el Tribunal Federal Electoral en 2010–, entonces la declaración de Herrera quizá podría tener el mismo efecto que el deslinde que en 1996 fue obligado a hacer el ex gobernador Fernando Gutiérrez Barrios en contra de su sucesor Dante Delgado por atreverse a crear un nuevo partido político. Como se recordará, días después el cordobés fue encarcelado pese a que la acción penal de los delitos que le imputaban ya habían prescrito legalmente. |