Terminó el Festival de las Flores Xalapa, porque tenía que terminar, pero los xalapeños hubieran deseado que no. Espectacular inauguración y la clausura no se quedó atrás. La fiesta se fue, se apagó como las miles de luces y fuegos artificiales que inundaron los cielos llenos de nostalgia, llenos de alegría por diferentes rumbos de la capital veracruzana. Fueron cuatro semanas, muy bien concebidas, variadas, populares; llenas de cultura y de diversión. Impresionó a propios y extraños, xalapeños y visitantes. Una muestra de cómo se deben hacer las cosas: bien pensado, bien concebida, bien planeado y coordinado. Hubo mucho cerebro y talento de por medio. Innecesario mencionarle aquí los eventos y actividades porque Usted los vivió. ¿Qué más pedir?... Nada, lo dieron todo. Sin embargo, el castre que pululó entre algunos que quizá ni disfrutaron evento alguno, fue la diferencia brutal entre los fastuosos costos del evento inaugural de los Juegos Centroamericanos con los del Festival las Flores Xalapa. El alcalde Américo Zuñiga Martínez, se lució pero ya debe estar pensando en el del próximo año. Muy buen trabajo de Ernesto Aguilar Yarmuch y de Mauricio Cuevas Gayoso. Mucha materia gris… |