Versiones populares de la ética de lo negro, señalan que una máxima muy socorrida por los rijosos más recalcitrantes es que a los enemigos hay que cuidarlos como a la niña de los ojos, pues de cualquier cosa que les pase los de enfrente serán culpados. Eso deberían tenerlo muy en claro las actuales autoridades, pues ojo, si Miguel Ángel Yunes se resbala y se raspa las rodillas, según esa máxima política sólo hay un responsable… y no es él. Lo que sucedió anoche cuando un operativo policiaco detuvo al Gobernador Electo, es algo que le pasa a muchos de los que transitan diariamente en Veracruz. Para no ir muy lejos, a la salida de Xalapa a la altura de Las Trancas en el sentido a Veracruz Puerto, hay un retén desde hace mucho tiempo que detiene aleatoriamente; sobre todo si ve algo que parezca sospechoso. A Miguel Ángel le tocó lo que a muchos, sólo que él vio demasiado extraño que se armara “una espectacular movilización” de patrullas, con más de 40 elementos y una tanqueta, para detenerlo a él, familiares y asistentes, que lo único que traían eran lápice, papel, cocacolas y chetos. Tal vez haya corrido la misma suerte que corren decenas de personas todos los días en la zona… pero a estas alturas lo mínimo que debería existir es el acompañamiento de Ayudantía para el Gobernador Electo, para evitar este o cualquier otro tipo de “confusiones”. El cuidarlo no solo debería ser una cuestión de praxis política sino hasta de salud mental. Como cantara el Divo ¿Pero qué necesidad? |