Sin duda el tema político nacional del día fue el nombramiento de José Antonio Meade Kuribreña como nuevo titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en sustitución del mexiquense Luis Videgaray Caso.
De rebote para Veracruz también lo fue, debido a la conocida relación que tiene Pepe Meade con el senador José Francisco, Pepe, Yunes Zorrilla. Y es que de aquí para adelante, lo que suceda con Meade en la política nacional, seguramente irá aparejado con el futuro político de Pepe Yunes.
Si bien es cierto que en los tiempos actuales el PRI no garantiza una candidatura y menos una gubernatura, ser amigo del titular de Hacienda desde luego que ayuda, un padrinazgo político nacional siempre es de gran peso, y un ejemplo muy claro fue el propio Héctor Yunes Landa, a quien le fue de gran ayuda para ser candidato a gobernador el que su amigo, Manlio Fabio Beltrones Rivera, fuera el líder nacional del PRI. Esto, sin descuidar lo evidente, el tener un padrino nacional tampoco le garantizó a Héctor conquistar la gubernatura.
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Por eso hay que ser cauto en el análisis. Fríos, pero muy fríos, porque para ganar la candidatura del PRI para el 2018 para la Presidencia y la candidatura para la gubernatura del Estado de Veracruz, aún falta una milla y otra tonelada de circunstancias.
Asegurar que NO HAY OTRO más que “Pepe” para el 2018, no tendría más bases y sustento que la emoción, la mala imagen de otras fuerzas políticas y la gran estima que se le pueda tener al Senador. “Al peroteño hijo de Don José”; “Al hermano del buen amigo Ramsés”; “Al que ya le toca”, “Al que tiene mil y unas características positivas”, todo lo positivo que tiene el Senador Pepe y que requerirían de muchas columnas para poder describirlo.
Sin embargo, esto no siempre es suficiente y lo sabe Pepe, como lo supieron todos aquellos que han visto cómo del plato a la boca se cae la sopa -¿No es así Mario Moya Palencia? ¿No es así, Don Hugo Cervantes del Río? ¿No es así Don Alfredo del Mazo? ¿No es así Señor Carbonell?-.
Las candidaturas hay que trabajarlas y jamás dar por sentado que NO HAY OTRO. Eso, por cierto, también deberían saberlo todos aquellos fans del peroteño; los Pepelievers que están en todo su derecho de tener una fe ciega y el ánimo indestructible, pero que no abonan despotricando en redes contra quien pueda pensar distinto.
Y por cierto, si lo sabe Pepe, lo debe saber también Meade. Recalcamos que nada se escatima aquí: ni la circunstancia, ni la posición, ni las cualidades, ni las esperanzas, ni los tiempos, ni los sueños. Es innegable que ayuda estar cerca de un “Cardenal” poderoso, de un político que ha tenido la fuerza y la confianza de políticos y empresarios, como para gobernar al lado y en esquemas de gobiernos panistas y priistas, como para mantenerse tantos años en las primeras líneas de mando.
Por eso es que en Veracruz, desde que se adelantó la noticia hasta que se concretó el nombramiento oficial en Los Pinos, los “Pepistas” contuvieron la respiración; pero los “Antipepistas” también (¿O a poco cree que no hay?). Los “Antipepistas” hicieron sus cálculos y cuentas políticas no con base en el potencial político de Meade, sino en la evidente pérdida de poder de Videgaray. En el cálculo y el pronóstico consideraron que el Senador “Pepe” salió perdiendo por el hecho de que sus grandes jugadas y la posición que ocupa en el Senado provenían de su amistad con Videgaray. Y razón no les faltaría, si lo anterior fuera del todo cierto. Sin embargo, los “Pepistas” que conocen el fondo de la olla, tienen información diferente, y piensan que Pepe salió ganando.
El que esto escribe tiene conocimiento que con suma tristeza, pero con serenidad, hace un par de meses, ante la información de encuestas y cálculos internos en el equipo, Luis Videgaray le dijo a los suyos que "si no le daba para La Grande", la opción del grupo sería José Antonio Meade Kuribreña. En ese grupo están también el vapuleado Secretario de Educación, Aurelio Nuño Mayer; el nuevo Presidente del PRI, Enrique Ochoa Reza; y todos los grupúsculos políticos y empresariales que lograron romperle el eje a Manlio Fabio Beltrones, y que han intentado lo mismo con Osorio Chong desde el inicio del sexenio.
Pepe Yunes, cierto, es amigo de Luis Videgaray, pero en la misma proporción es HERMANO de Meade. Pepe, vaya, es del grupo. El Senador y el nuevo Secretario de Hacienda cursaron juntos casi el 80% de sus materias en el ITAM, traen la sangre ITAM hasta las médulas.
Ambos llegaron juntos a sumarse a la campaña de Videgaray para la Presidencia de la Sociedad de Alumnos del nivel universitario, y el ganar aquellas elecciones los marcó y unió para siempre; se lo han dicho una y otra vez, en cuanta reunión social han tenido oportunidad de estar. Es obvio que esto lo saben los Pepistas, pues conocen la enorme amistad que une a los dos Pepes, y por eso están seguros que con Meade en Hacienda, al de Perote le va a ir mejor.
Ahora habrá que ver cómo le va al propio Meade, habrá que ver cómo le va a Osorio, y habrá que ver si no resurge de las cenizas el propio Beltrones. Pepe Yunes por su parte, ya sabía que el proyecto de grupo era más sólido que el de las figuras, y sabía que la llegada de Meade a Hacienda se iba a dar… se lo platicó en el Rancho San Julián al que esto escribe ¿Se lo platicaría el mismo Videgaray o acaso el propio Meade? No lo especificó, pero lo sabía. “No lo comente todavía Don Francisco”, pidió, y por tanto no se comentó.
De aquí en adelante todo será “futurear". Hoy sólo se pueden tener los hechos, y lo que es un hecho, aseguran los “pepistas” más cercanos, es que la relación de Pepe con Meade es muchísimo más fuerte de la que puede haber entre Pepe y Videgaray. Tanto, que de hecho no descartan ni se sorprenda que de cuajar el “proyecto Meade” es muy posible que el Senador se sume a su proyecto nacional y deje por un tiempo de pensar en Veracruz
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