López Romero lamentó que a la fecha el fenómeno de la migración siga desintegrando a familias del campo porque son hombres que difícilmente regresan, mandan dinero los primeros años y después rehacen su vida al encontrar otra mujer.
Además, existe el riesgo de que tras pagar dinero su vida quede en riesgo, sea por exponerse a desiertos y ríos o bien por ser detenidos y sometidos a proceso sin goce de ser deportados, por lo cual ante esta suma de factores consideró es mejor opción solicitar un préstamo y hacer producir las tierras.
Indicó que California, Arizona y Nuevo México son estados fronterizos con una importante cantidad de mexicanos y la zona centro del Estado sin lugar a dudas expulsa cada año a más de 100 hombres y mujeres de los 17 municipios por la sencilla razón de que no hay fuentes de empleo.
“Ya no resulta irse a los Estados Unidos, ahorita lo vemos con el anuncio de nuevas políticas migratorias. Para que ir a gastar y no recuperar ni la inversión”, señaló y agregó que depende de los Gobiernos devolver a los campesinos las condiciones de trabajo digno. |