Entre la guerra y la paz, el pueblo colombiano apeló por el camino ideal de la justicia. Tanta muerte, zozobra y angustia en años para tantos, no pueden ser perdonados por tan pocos. En esencia es el grito de justicia emergido de la desesperación. Aquí, allá, acullá, el ciudadano, el pueblo pide justicia, después de tantos años de colusiones, amafamientos, complicidades desde las cúpulas del poder con los transgresores de la ley al amparo y contubernio del aparato de justicia. Aparato que se beneficia del abuso contra el ciudadano, desde magistrados, jueces, ayudantes y tinterillos, gestores, abogados mercachifles. Es la llamada justicia la que emerge finalmente como la lacra del siglo xxi contra el ciudadano. Cualquiera que vea a su alrededor verá lo que al ciudadano le cuesta y sufre tener justicia. Así vamos y seguiremos penando. Explicaciones vanas sobre el resultado popular de Colombia habrá, pero, sin duda, faltara la razón, causa y explicación de la justicia. El reclamo también de México y de los mexicanos. |