Los sabios de la política andan muy preocupados por lo que le viene a Veracruz, pues si bien el próximo gobernador trae ganas de sacar al buey de la barranca, ¿cómo lo hará sin dinero? Comentan en las mesas de los cafés que el Plan Veracruzano de Desarrollo, por bien hecho que quede, tendrá que considerar: 1. El recorte federal de 20 mil mdp previsto en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2017; 2. El aumento de 50 puntos en la tasa de interés de mercado recién adoptada por BANXICO, que impactará en el costo de la fabulosa deuda pública que heredará Yunes Linares; 3. Los efectos de la devaluación paulatina del peso que reducirá la cantidad de bienes y servicios que el gobierno podrá adquirir… Con estos tres puntos, como los tres efectos meteorológicos que amenazan a México, se está formando en Veracruz la “Tormenta perfecta”. Canillazos para los que festinan lo mal que le irá a Yunes Linares sin ver que los 5 millones de pobres serán los más afectados y el crecimiento económico tan urgente tendrá que esperar. Señores políticos, alguna vez hay que pensar en los demás, no solo en sus pleitos e intereses. Lo que viene, dicen en los cafés, será como un huracán nivel 5. ¿Verdad que no es como para reír ni mucho menos para dejar que los que lo han provocado goce de cabal libertad?
|