Afirmó que a pesar de ser una mujer fuerte, en esta ocasión le ganó el sentimiento, pues el Premio Estatal del Deporte es reconocer también todo lo que vive un atleta detrás de una medalla.
“Mucha gente piensa que a lo mejor fuiste a Dubái a pasear; pero se padece bastante en esos viajes, independientemente de que también hay momentos muy confortables. Pocos lo saben, pero en el campamento que tuve en Tenerife, tres meses antes de Juegos Paralímpicos, me dio zika y así tuve que entrenar. Todo esto ha valido la pena; cuando veo mi medalla lloro, siento los corazones de los millones de mexicanos y veracruzanos que están conmigo”.
Ortiz Hernández dijo que no buscará el Premio Nacional, pues al igual que muchos de sus compañeros, cree que este merecimiento debe recaer en la judoca paralímpica Lenia Ruvalcaba. Participará por ello como candidata al Premio Nacional del Mérito Deportivo y, “mientras sea una elección justa, no importa quién gane”.
La especialista en lanzamiento de bala anunció que en julio del próximo año podría darse su retiro, en el marco del campeonato mundial que se celebrará en Londres, Inglaterra. |