“Si no hubo una licitación pública el Orfis tendrá que hacer observaciones”, señaló el legislador petista.
Ángel Zumaya aclaró que el ayuntamiento puede realizar la obra sin esa autorización si no hay inconformidades por parte de los ciudadanos, lo cual al parecer no es el caso, pues cuando se inició la obra se recibieron muchas llamadas al Congreso.
Señaló que en el caso de la inconformidad de un grupo de ciudadanos, estos pueden llevar esa queja a una autoridad superior y tendrán que ser escuchados.
“Incluso, podrían dirigir su inconformidad al gobernador interino Flavino Ríos Alvarado, quien turnaría la inconformidad a la Secretaría de Gobierno, donde el encargado de conflictos sociales tendría que hacer las indagatorias al respecto”, detalló.
En caso de que se encuentre alguna omisión por parte del ayuntamiento, el Orfis o la propia Auditoría Superior de la Federación podrían emitir una observación o hasta fincar alguna responsabilidad al alcalde.
Lo importante, consideró, es que los ciudadanos, si tienen alguna inconformidad, deben saber que hay instancias a las que pueden dirigirse.
El diputado comentó que visitará Orizaba el próximo 20 de noviembre y aprovechará para entrevistarse con algunas personas por esa situación, ya que como presidente de la Comisión de Gestoría y Quejas recibe las inconformidades de ciudadanos de todo el estado. |