Salvador Díaz Mirón, si fuera contemporáneo, seguramente le hubiera dedicado su célebre poema “A Gloria” a César Camacho Quiroz y le diría “No intentes convencerme de torpezas, con los delirios de tu mente loca”. El Coordinador de los diputados federales del PRI declaró que Javier Duarte pagará por sus errores, no el PRI. En estricto sentido así es, pues como él dijo, si alguien falta, no sólo a su compromiso priista, sino con la comunidad y con el país, lo pagará seguramente no sólo con resarcimiento patrimonial, sino incluso con la privación de su libertad. “De suerte que cada quien es responsable de sus propios actos u omisiones”, aclaró. Pero dicha declaración más allá de ser una verdad de perogrullo, tiene la intención de deslindar al PRI de los daños colaterales del huracán Duarte. Imposible, léalo, im-po-si-ble será que los veracruzanos y México entero deslinden la corrupción Duartista de la corrupción Priísta. Asociación indisoluble que se está anidando en el subconsciente mexicano. |