En el caso de la Ciudad de México, el encarecimiento fue de hasta 39 por ciento por litro y hasta 19 por ciento por kilo. El precio por kilo alcanzó 15.50 pesos.
Estos incrementos tendrán un impacto fuerte en el gasto, pues 7 de cada 10 hogares usan gas LP, señaló Leticia Armenta, investigadora del Tecnológico de Monterrey.
“La única opción para la familia está en ser muy eficientes en la utilización de este insumo porque, definitivamente, van a ver mermado su gasto”, explicó la experta.
Desde el año pasado, los distribuidores de gas LP pueden importar libremente el producto, y, al hacerlo, las ventas de Pemex disminuyeron 30 por ciento.
Sin embargo, los empresarios no trasladaron al usuario el menor precio del producto importado, por lo que el Gobierno los obligó a bajar 10 por ciento los montos.
La Asociación de Distribuidores de Gas LP (ADG) justificó el aumento, que va en línea con las alzas de Pemex a los distribuidores, de 15 a 18 por ciento.
“Hay muchos distribuidores que no están impactando el aumento de Pemex, hay otros que simplemente impactan lo que Pemex les está aumentando de su materia prima”, explicó Luis Landeros, presidente de la ADG.
Este 2017, la petrolera implementó un nuevo método de cálculo para sus precios de venta a distribuidores, en el cual ya considera el precio de referencia internacional –Mont Belvieu–, más los costos de flete, transporte y descarga.
Landeros aseveró que la terminal más cara del País es Topolobampo, la cual suministra a toda Baja California Sur, en la cual Pemex incrementó precios en un 46 por ciento.
En el resto de las entidades, las alzas corresponden al precio internacional y al tipo de cambio.
(Reforma/imagen siglo xxi) |