Los diputados rara vez son bien vistos por el pueblo, pero caray, hasta en las filias y odios hay niveles.
Como es conocido, al diputado local panista Daniel Olmos, solo lo asustaron y lo maltrataron en un asalto, pero puede darse de santos que no le fue como al diputado federal poblano, Carlos Barragán, al que por andar metido donde no debía, por poco le arrancan una pierna de un balazo.
A Olmos lo dejaron turulato a puro sanjuanazo en el asalto del Oxxo, pero al poblano lo balacearon en pleno antro por andar de loco en Manzanillo.
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