¿Cansada o cansado de llorar por un amor, un coraje, una mala calificación? Bueno, pues ya podrá utilizar una pistola que utiliza la propia sal de sus lágrimas para que no se quede con todo ese rencor y dolor por dentro.
Una estudiante de Taiwan, Yi-Fei Chen, creó un arma conceptual consistente en una pistola que recoge las lágrimas para congelarlas y convertirlas en proyectiles.
Según cuentan Yi-Fei Chen creció en Taiwan, donde cuestionar a la autoridad –incluso la de los profesores– se considera algo muy descortés. De modo que cuando tuvo oportunidad de irse a estudiar a Eindhoven (Holanda) se enfrentó a unos sentimientos contrapuestos al acceder a una cultura educativa distinta más abierta y receptiva a la crítica constructiva.
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