Bajo los rayos intensos del sol de Veracruz y en una temperatura que se acerca a los 35 grados centígrados se encuentran al menos una decena de cuerpos humanos en las instalaciones del Servicio Médico Forense de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río.
En el patio del lugar, sin refrigerar y sin ningún otro tipo de medidas de embalaje se encuentran las víctimas de la violencia en Veracruz, sólo cubiertas por bolsas de plástico negras y azules, amontonados unos sobre otros.
Desde hace una semana el olor es insoportable, los aromas de la muerte abarcan varias cuadras a la redonda y penetran las fosas nasales de los estudiantes de las escuelas que se ubican en la cercanía.
La gente al pasar lo hace con andar apresurado, como si la muerte que habita en el lugar pudiera seguirlos, se tapan la naríz y los ojos lagrimean por unos segundos, hasta que cada uno logra dejar atrás ese sitio.
Héctor Morales, padre de familia de una de las escuelas del lugar, relató que en varias ocasiones han presentado quejas ante las autoridades, sin embargo nadie les ha hecho caso y sus hijos siguen expuestos a los olores propios de un lugar lleno de cadáveres.
Señaló que incluso se presentó una denuncia ante la Procuraduría del Medio Ambiente, pues el olor ha provocado dolores de cabeza, náuseas, mareo y malestar en general a sus hijas y al resto de los alumnos.
"Todo esto se magnífica cuando hay problema de violencia, cuando había mucha violencia esto era una acumulación de cuerpos, ahorita que han encontrado varias fosas todos los restos se los traen aquí, entonces si no caben aquí es de lógica", declaró.
(Agencia Los Editores) |
