“Tengo miedo, lo confieso y si me quieren llamar cobarde no los culpo.
Tengo miedo y si piensan que uno se anda buscando la muerte por hacer denuncias, entiendan: uno sale a la calle a ejercer su oficio y se encuentra con que en este país la justicia tiene un precio, la corrupción un rostro y el delincuente es autoridad y la autoridad es delincuente; y si lo sé y no lo denuncio, ¿no soy también yo un delincuente?
Por eso, no quiero que lleven flores a mi tumba, sólo quiero vivir sin miedo.
Atentamente: Un periodista con miedo.”
La justicia aún no llega. Pasan los años y aún se vive con miedo. Pero mejor lo invitamos a leer su columna. |