Hace unos días adelantamos aquí que Héctor Yunes iba por la revancha y daba la puntilla rumbo al 2018, pues había reactivado su Casa de Campaña camuflada como “Casa de Gestión Legislativa”.
No tuvo que pasar mucho para que el propio Yunes Landa aceptara en abierto pues ya confirmó que va de nuevo por la gubernatura y que pedirá licencia en enero.
Tal declaración inquietó a los priistas, pero sobre todo a los “Pepistas” que achacan la derrota a la obsesiva indisciplina de Héctor por haberse mostrado anticipadamente como candidato del partido tricolor sin existir acuerdo en las cúpulas.
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