Luego del grito en el cielo que pusieron los usuarios por el cobro del estacionamiento en Plaza Ánimas, inmediatamente hubo convocatorias a un boicot.
Sin embargo, esa película ya la vimos, lo mismo pasó contra Plaza Américas y la gente sigue yendo y los dueños siguen haciendo el negociazo de su vida.
Pero un boicot no es sano, pues no solo perjudica a los dueños de la Plaza sino a los locatarios que al disminuir sus ventas terminarían despidiendo empleados… por tanto, dentro de las propuestas más sanas se leyó la intención de estacionar cerca del lugar o llegar en transporte público.
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