Sin embargo, el tema no es la originalidad de la tarjeta ni si andan o no espiando a Cuitláhuac, el tema es que esto es una práctica común de los gobiernos.
Para eso están y para eso contratan a mucha gente en la SEGOB, esa es la costumbre del poder en la Federación, el Estado y los Municipios.
Por todos lados hay espías, los teléfonos están alambreados, los periodistas vigilados, los adúlteros fotografiados, los rateros observados… ¡Así ha sido siempre!
¿Para qué tanto brinco estando el piso tan parejo? |