Como si les sobraran votos y no tuvieran encima una elección concurrente que los podría desaparecer del mapa político, los priistas se comen entre ellos.
En el CEN del PRI y el Congreso Federal, tanto Ochoa Reza como Camacho Quiroz -al parecer los únicos que ven el problemón llamado Veracruz 2018-, designaron a Lillian Zepahua en la Secretaría General del CDE del PRI por tener un expediente limpio y sin cola que le pise la PGR o la Fiscalía del Estado, con tal de sumar e integrar al proceso electoral a los “odiados” diputados priistas.
En la aldea no quieren reconocer la influencia electoral que aún tienen los diputados en sus distritos… pero en el Altiplano sí pues los necesitan para la elección presidencial.
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