Dante, por su parte, puede presumir que antes de Yunes Linares fue él quien le arrebató al PRI la posición del Senado al derrotarlo en 2006 en las urnas por la coalición PRD, PT y Convergencia, con una votación considerable que llevó al Revolucionario Institucional hasta el tercer lugar. En ese entonces, Dante se llevó la elección con un millón 021,750 votos, mientras que el PAN (cuyo abanderado era el otro hijo del actual gobernador) logró 895 mil 183; y el PRI con su entonces candidato Pepe Yunes (quien suena fuerte como aspirante a la gubernatura en 2018), consiguió apenas 840 mil 500 sufragios.
Un escenario probable que podría asomarse en este sentido, es que si el gobernador Yunes persiste obcecado en que su hijo se convierta en candidato a la gubernatura a tan corta edad y poca experiencia (ya tuvimos un caso reciente, o sea... ¡no mamar!), entonces es muy probable que la cúpula del Frente Ciudadano no apoye el proyecto familiar y éste decida lanzar a Dante como una opción viable.
Lo anterior incluso atraería a varios líderes priistas y gente de las bases que tampoco están de acuerdo con el manejo que se traen en el PRI los grupos --incluidos los senadores y diputados federales-- y tácitamente se convertiría en un Frente no oficial contra Yunes Linares.
Y es que la percepción, más allá de lo que el PRI en Veracruz asegure tener como estructura o voto duro (que ronda entre los 800 y 900 mil votos), indica que aparece muy dividido entre sus actores y con una guerra interna que lo debilita a 8 meses de La Gran Elección del 1 de julio. Esto podría ser capitalizado por los operadores priistas, los que están con Dante y los que podría aportar el Frente Ciudadano para promover el voto a favor del alvaradeño y dejar al tricolor hundido.
De igual manera, tampoco podría dejarse de lado que Dante tiene un gran simpatía y carisma entre los veracruzanos, además que como gobernador interino se le recuerda (aparte de su estadía en Pacho Viejo) que fue uno de los grandes constructores de obras magnas en la entidad. En ese 2006 podemos asegurar que la gente salió a votar por el personaje, y no por el partido naranja que apenas rebasó los 35 mil votos en la pasada elección de 2016 con su candidato Armando Méndez de la Luz.
Hay que mencionar que al contrario de su suerte en 2006, Dante Delgado apenas logró 400 mil votos en 2010 en su búsqueda por la gubernatura por la misma alianza del PRD, PT y Convergencia. Ahora el factor que lo ayudaría sería el voto duro del PAN.
También es posible entonces que Acción Nacional decida ir solo llevando como candidato al junior porque --hay que subrayarlo-- nadie le llevaría la contraria al gobernador o se le enfrentaría para quitarle esa posición a su primogénito… Y si tomamos como referencia los números de la elección a gobernador del 2016, el PAN solito tiene una votación similar a la del voto duro del PRI: 887 mil 173 votos.
El asunto se pondría interesante porque habría que ver si el PAN y los Yunes sacan por sí solos la elección, pues se calcula que el PRD habría proporcionado cerca de dos puntos a la campaña del candidato Yunes Linares: suficientes para derrotar al PRI en 2016. Según los números de esas elecciones, fue gracias a los 167 mil 560 votos aportados por el PRD que el PAN finalmente ganó la gubernatura de Veracruz.
Suponiendo que Yunes Linares ya tiene el control total del PRD en Veracruz, quizás no haya duda de que el sol azteca salga pronto a declarar un respaldo incondicional hacia el hijo del gobernador y rechazando las aspiraciones de Dante.
Hay quienes dicen que es más probable que los Yunes accedan a levantarle la mano a Dante con el objetivo de mantener al PRI fuera del Palacio de Gobierno y seguirlo desmantelando; este sería otro contexto si Dante es designado como candidato a gobernador por el Frente Ciudadano y “Miguel Chiquito” busque ser senador
Y quizás sea este el mejor escenario para el hijo del gobernador: que se siguiera “fogueando” porque Boca del Río no es el estado de Veracruz y su corta carrera no incluye cargos de elección popular como diputado federal o senador. Además que le daría un margen cómodo para evitar el nepotismo al no competir en un periodo inmediato al de su padre.
En ambos escenarios, el Frente Ciudadano tiene amplias posibilidades para ganar en Veracruz, siendo el PRD o la izquierda, la manzana de la discordia para decidir si apoya las decisiones de la cúpula de su partido o se va con todo a apoyar al gobernador. El PRI --insistimos-- se ve hoy todavía débil y dividido, ensimismado en conflictos internos. De Morena, ni hablamos: el “coordinador” Cuitláhuac anda más en el discurso de los 43 de Ayotzinapa y no el de los desaparecidos en Veracruz.
@pablojair |