Con el registro de Ricardo Ahued y Rocío Nahle como precandidatos al Senado por MORENA, y el de Yazmín Copete por el PRD, está claro que será entre ellos y Julen Rementería, quienes se disputen a sangre y fuego los escaños disponibles del modernista edificio de Paseo de la Reforma en la CDMX.
No se ve -aunque lo aseguren- alguna fuerza real por ejemplo en la figura de la delegada federal de Sedesol, Anilú Ingram, como para competirle a los gallones ya mencionados.
¿Cómo podría disputarles el triunfo cuando en su distrito le podrían dar de nuevo la espalda por aquello de no cumplir promesas por las que firmó ante notario público? A Anilú bien podrían repetirle la dosis.
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