La primera cargada levantó mayúsculo revuelo a nivel nacional por la adhesión de la senadora panista Gabriela Cuevas y de Cuauhtémoc Blanco a MORENA. Si se preguntaban qué plus le daba el PES a la coalición, he aquí la respuesta.
La segunda movió las aguas en Veracruz cuando Renato Tronco se decidió a apoyar al precandidato del PAN, Miguel Ángel Yunes Márquez. Y por cierto, quien diga que Renato ya no representa nada, tal vez pierda de vista el potencial de votos de Las Choapas.
Y la garrafal pifia política que puso en serios predicamentos a José Antonio Meade se dio en Chiapas por la imposición de Enrique Ochoa en favor de Roberto Albores como candidato a gobernador, jugada que dejó fuera a Eduardo Ramírez Aguilar quien junto con otros 14 legisladores renunciaron al Partido Verde, ante lo cual el gobernador Manuel Velasco ni las manos metió.
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