Pocos se explican cómo a un ex funcionario que tuvo una gestión tan cuestionada como Tarek Abdala, Tesorero de Javier Duarte, se le permitieron tantos excesos y además lo premiaron con una diputación federal de la que nadie sabe en qué benefició a Veracruz.
¿Quién lo eligió candidato? ¿Quién le solapó regar tanto dinero público en su campaña política y decir que no rebasó los topes legales? ¿Por qué la Comisión Instructora de la Cámara de diputados, compuesta por varios partidos políticos, lo protegió e impidió su desafuero? ¿Cómo es posible que, estando inhabilitado, y ahora embargado por la SHCP -como reporta hoy el medio nacional El Reforma- siga libre como el viento?
Imagínese qué tan expedita es la justicia mexicana que el embargo de bienes al diputado federal priista Tarek Abdalá por 500 millones, son para garantizar sanciones impuestas desde el 2016 por la Auditoría Superior de la Federación por un desvío de 315 mdp en el ejercicio 2013.
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