Cuidado con los que dicen pendejadas, porque hay quienes les toman la palabra. Eso fue lo que ocurrió en Acapulco, Guerrero, en donde unos sujetos dejaron el cuerpo mutilado de un hombre con una cartulina en la que escribieron la leyenda: “Ya lo dijo El Bronco, cortarle las manos a los lacrosos que roban, aquí está el primero. Atte. Los Enterradores”.
No tuvo que llegar Jaime Rodríguez Calderón, el mal llamado Bronco, a la presidencia de la República, ni esperaron a que mandara una iniciativa al Congreso en la que proponga “mochar” las manos a los ladrones.
“Los Enterradores” de Acapulco le tomaron la palabra y tomándolo de ejemplo entregaron a primera víctima de la Ley Bronco-Talibán.
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