Como "injustos y crueles" calificó Luis Ángel Bravo Contreras los señalamientos que la Fiscalía General del Estado (FGE) ha hecho en su contra; el exfiscal acusó que la autoridad ha obtenido sus pruebas de manera ilícita.
Quien fuera el brazo derecho en el gobierno de Javier Duarte de Ochoa para incurrir en actos como el ocultamiento y alteración de 13 cadáveres, volvió a deslizar que es una víctima.
La tarde de este miércoles, Bravo pretendió que uno de sus escoltas rindiera su declaración ante el órgano jurisdiccional y acusara a la Fiscalía de presionarlo para hablar del paradero del exfiscal, cuando ya era considerado prófugo.
Sin embargo, su testimonio no fue aceptado; antes de conocer la determinación de la juez de control, Luis Ángel advirtió que dicho testigo abonaría a la hipótesis de su defensa, consistente en evidenciar que las pruebas en su contra fueron fabricadas.
El extitular de la FGE dijo que el organismo autónomo está actuando al margen de la ley, de forma delictiva, al buscar incriminarlo en la desaparición de 12 cuerpos hallados en la Barranca de la Aurora.
Dijo que su extrabajador aportaría un testimonio determinante "para llegar a la verdad histórica de este caso", en el que ha insistido, no hay bases legales para condenarlo por "solo" alterar una escena de un crimen.
Gabriela Rasgado |