Xalapa, Ver. – Gabriela Rasgado.- Durante tres días, elementos ministeriales bajo las órdenes de Luis Ángel Bravo torturaron a Gabriel Alfredo Martínez Godos, joven de 22 años liberado este miércoles y a quien el exfiscal acusó de haber masacrado a seis en el bar "Madame". Luis Ángel Bravo compartió por algunas semanas el espacio con su chivo expiatorio, pues hasta este 11 de julio, ambos estaban recluidos en el penal de Pacho Viejo. De acuerdo con la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), fueron los métodos de tortura -que derivaron en una confesión- y no la investigación del caso, los que mantuvieron preso al joven por dos años. De esta manera, fue como el exfiscal fabricó las pruebas: -Martínez Godos fue detenido por elementos de la Policía Ministerial, adscritos a la Coordinación de Unidad de Detectives de la Delegación Regional de la Zona Centro Xalapa, de manera ilegal, de acuerdo a los hechos probados de la CEDH. -La detención, realizada el 23 de mayo de 2016 a las 19:24 horas, tuvo lugar sobre la Avenida Antonio Chedrahui Caram, a la altura del Centro Comercial “Plaza Cristal”, sin haberlo llevado de manera inmediata ante la autoridad competente. “Dichos elementos policiales atentaron contra la integridad personal del detenido y aquí quejoso, pues durante el tiempo que estuvo bajo su resguardo fue objeto de agresiones físicas y verbales que le causaron lesiones y daños psíquicos graves, configurando incluso actos de tortura”, destaca la recomendación. -La autoridad protectora detectó que el oficio de los agentes ministeriales informaba que la detención del joven se realizó cuando éste se encontraba caminando solo en una brecha hacia la localidad de Zimpizahua, sin embargo, no precisaron otras circunstancias que justificaran el motivo por el cual se implementó el operativo en aquella zona, advirtiendo que supuestamente le leyeron sus derechos en ese mismo lugar. -No obstante, la primera persona que tuvo contacto telefónico con el detenido, un familiar, manifestó que el 26 de mayo de 2016 a las 19:00 horas el joven le dijo que estaba en la fiscalía de Coatepec y no en el lugar en el que afirman los elementos, que según el oficio, fue en el sitio de la detención. -Otra de las irregularidades es que la constancia de buen trato, aportada por los elementos policiales no se encontraba firmada por los servidores públicos que intervinieron en los hechos y únicamente tiene la firma y la huella de la persona que fue detenida. -Asimismo, en las audiencias de imputación y vinculación a proceso, el 26 de mayo y el 1 de julio del 2016, el detenido hizo señalamientos directos en relación a su aprehensión: en la primera de ellas, refirió que negaba en su totalidad los hechos que se le imputaron. En la segunda, narró la forma en que fue detenido el 23 de mayo por los elementos, asegurando que una vez bajo su resguardo fue objeto de actos de tortura, principalmente psicológica, ya que le decían que debía inculparse de la comisión del ilícito. -De acuerdo con el Protocolo de Estambul realizado al imputado, la CEDH determinó que durante los tres días que estuvo en manos de la autoridad ministerial hubo lesiones –traumatismos- causados con las manos y los pies; privación del sentido de la vista y del movimiento; administración irregular de alimentos y agua; humillaciones, y amenazas de muerte y daños a la familia. Todo lo anterior, a fin de lograr que se inculpara del multihomicidio. “Es decir, los sujetos que lo privaron de la libertad lo sometieron a una presión principalmente de tipo psicológico, a fin de minar la seguridad en sí mismo y otorgarles a ellos el control de su voluntad a fin de ser inculpado de un delito”. Por los actos cometidos en tiempos de Bravo, actualmente preso por desaparición forzada, la FGE dio inicio a una carpeta de investigación en la Fiscalía Especializada en Hechos de Corrupción y Cometidos por Servidores Públicos (FESP), contra quienes resulten responsables de tales actos. La carpeta de investigación quedó asentada en el expediente C.I.FESP/153/2016/VIII-06, contra quien o quienes resulten responsables por los hechos.
Agencia loseditores
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