Así ha sido y seguirá siendo mesmamente, porque se olvidan de la capacitación, el extensionismo, apoyos de la siembra por contrato para asegurar la comercialización y los precios de garantía, solo salen con puras ocurrencias.
Nos prometen que pronto habremos de convertirnos en gente pudiente y que si somos leales a su jefe esto será para siempre.
Claro que Pablito (mi chilpayate que cada día come más el condenado) y yo no confiamos ya en nadie, sobre todo por el relajo que traen los hoy altos y más perfumados mandos políticos de Morena. ¡Ahjíjuela! Y eso que todavía no inician a mandar.
Pobre ‘Cuitlacoche’, rodeado de estos ‘amigos’, por algo en la CDMX lo regañan a cada rato y eso que todavía ni empieza.
Ni modo, otra vez los jodidos no vemos por donde salir para adelante y mi compadre sigue cantando su vieja y melancólica canción: ‘Dile a Pancho Villa que venga a terminar la Revolución’. |