Lorenzo Antonio tuvo conocimiento que Unanue solventó cientos de observaciones sin documentación legal y ni las manos metió. Ni una palabra dijo; lo permitió; lo avaló tácitamente.
Es más, tan fue ilegal lo que hizo Unanue que cuando diputados de la actual Comisión de Vigilancia del Congreso y los alcaldes de Pueblo Viejo y Santiago Sochiapan le solicitaron ver la documentación y las pruebas que le dieron de que las obras SÍ fueron realizadas, dijo que estaban en 30 cajas y que ‘por ahí las tenía’… documentos que Unanue debió dejar en los archivos de la Comisión de Vigilancia o al menos entregarlos al ORFIS, pero él los ‘dejó por ahí’. Extraoficialmente se sabe que no existen.
¿Qué hará Lorenzo Antonio cuando la Suprema Corte les dé la razón a los alcaldes? ¿Qué hará cuando el Congreso decida que se revise si las observaciones fueron legalmente solventadas por el diputado Unanue y sus cómplices?
Todo es cuestión de esperar. |