Aquí se lo advertimos. El que Olga Sánchez Cordero, titular de Gobernación, haya culpado públicamente a la Secretaría de la Función Pública de que no apareciera en su declaración patrimonial su penthouse en Houston valuado en 11 millones de dólares podría traer consecuencias… y ya las trajo.
A la titular de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, le valió bolillo el respaldo que López Obrador le dio a doña Olga, y en un comunicado le respondió que ‘cada servidor público federal es responsable del ingreso preciso de sus datos y de decidir hacer públicas o reservadas sus declaraciones’.
Y es que efectivamente cuando los datos se cargan al Sistema DeclaraNet cada declarante debe verificar que los datos sean los correctos. De otra forma sería como querer culpar al asistente de que en los oficios haya errores ortográficos. Finalmente la firma del titular es la que avala el documento.
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