¿De quién sería la idea de empezar a mencionar al excandidato presidencial por el PRI, José Antonio Meade Kuribreña, como candidato del PRI al Gobierno de Puebla?
¡Sí! Al Pepe Meade, al que la clase política nacional consideró en su momento como el rival más débil en la pasada contienda por la Presidencia, pero a la vez muy valiente o necesitado de 5 minutos de fama ya que que sin ser priista se aventó el trompo a la uña de encabezar un partido tan quemado por la corrupción manifiesta de varios de sus gobernadores anunciados como la sangre nueva del priismo y que al final como estaba presupuestado perdió de calle la elección contra MORENA y Andrés Manuel López Obrador.
Quizá pueda ganar (no se puede saber), pero no deja de llamar la atención que a estas alturas del partido lo encandilen y él se deje encandilar para competir por la gubernatura polarizada políticamente por el PAN y MORENA en donde el PRI ni siquiera pinta como fuerza política.
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