Luego de que la comunidad científica y las redes sociales presionaran para que se esclarecieran los motivos por los cuales fueron contratados como subdirectores Edith Arrita Meza y David Alexir Ledesma, ambos ya vieron su último día en el Conacyt.
Al parecer en ningún momento supo el presidente Andrés Manuel López Obrador la clase de goles que le querían meter en el Conacyt. Y es que AMLO podrá ser muy querido y casi idolatrado por sus fans, pero no es omnipresente ni omnisciente. Siempre se dijo eso, que no porque la cabeza fuera honesta, honesta, honesta, los demás lo iban a ser.
En el Conacyt alguien quiso pasarse de vivo y metió a dos funcionarios a altos puestos directivos sin que tuvieran el perfil, y al final la 4a Transformación tuvo que hacer malabares para justificar su presencia. En ambos casos (ahora resulta) se informó que no laboraban como subdirectores, pese a que ambos presentaron su Declaración de Inicio con esos puestos. ¡Ah no! Sólo estaban de ‘damos de compañía’ haciendo labores menores.
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