Por más que las fuerzas opositoras a Morena y al Presidente Andrés Manuel López Obrador se han empeñado en mermar su popularidad política, ésta ha crecido sin freno alguno.
De los 308 legisladores federales que los votantes le dieron en las urnas a Morena y a sus aliados (PES y PT), el número se incrementó y ya llegaron a los 334 contando los desertores del PRD y a los que Manuel Velasco Coello le arrebató al PVEM y arrimó a Morena.
Ayer, con las manos en la cintura el súper grupo legislativo y aliados, convertidos en una verdadera aplanadora política, rompieron la barrera de la mayoría calificada y lograron reformar el artículo 19 Constitucional, que amplía el catálogo de delitos que ameritan prisión preventiva.
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Así, de ahora en adelante quien sea acusado de robo de combustible, uso de programas sociales con fines electorales, corrupción, robo a transporte o a casa habitación, feminicidios, abuso sexual de menores, desaparición forzada y uso de armas exclusivas del Ejército, enfrentará los señalamientos en prisión sin derecho a fianza.
Si bien es cierto que ni la pena de muerte inhibe en otros países a la delincuencia y el hampa, esta medida de incrementar los delitos graves es un paso adelante que habrá que evaluar, pero por lo pronto ya es un hecho.
Pero no solo eso, queda demostrado que, de aquí en adelante, los cambios constitucionales y de ley que se necesiten para lograr un cambio de fondo en este país será pan comido para la Súper aplanadora MORENA. |